España se enfrenta a un desafío crítico en su economía energética, con una dependencia del 74% en la importación de energía y los precios de gas y electricidad en continuo aumento. En este contexto, la energía eólica emerge como una solución prometedora y una oportunidad para la autonomía energética y la sostenibilidad medioambiental.

La Asociación Empresarial Española de Energía Eólica (AEE) destaca la eólica como la tecnología dominante en la generación de electricidad, esperando que su presencia se consolide aún más en los próximos años. Sin embargo, aunque estos últimos años han sido cruciales para el crecimiento de las tecnologías limpias, la financiación para potenciarlas sigue siendo significativamente menor que en otros países.

España cuenta actualmente con 1.298 parques eólicos en más de 850 municipios. Destacan los parques de Piedrahita y El Castillo eólico, en Teruel y Zaragoza, respectivamente, que son ejemplos de cómo la orografía y la logística compleja se superan para instalar capacidades significativas de energía eólica.

Para 2030, la Unión Europea busca que el 30% de la energía renovable provenga de fuentes eólicas, incluyendo un 7% de fuentes eólicas marinas, lo que requiere innovación, apoyo y financiación para alcanzar estos objetivos. A pesar de que en 2021 se instalaron 842.61 MW de capacidad eólica, esto aún se queda corto frente a los 2.2 GW anuales necesarios para cumplir con los objetivos para 2030 del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

España tiene el potencial para avanzar hacia un modelo energético sostenible, promoviendo la tecnología eólica como pilar para la autonomía energética y la sostenibilidad ambiental del país.