El almacenamiento en baterías se ha convertido en un componente esencial para la estabilidad de las redes eléctricas en Estados Unidos, especialmente en California y Texas. Estas regiones utilizan baterías de iones de litio para equilibrar sus sistemas eléctricos, gestionando la variabilidad de la energía eólica y solar.
En 2024, California alcanzó un récord de producción de almacenamiento en baterías de 7,5 gigavatios, superando incluso la producción máxima de energía eólica, mientras que Texas también ha establecido nuevos récords en almacenamiento de baterías.
La capacidad de almacenamiento estacionario en California ha aumentado veinte veces desde 2018, impulsada por la reducción de costos de las baterías de iones de litio. Esta tecnología permite cargar las baterías durante los períodos de exceso de suministro y descargarlas por la noche, cuando la demanda es mayor. Este modelo de negocio está evolucionando rápidamente, pasando de la provisión de servicios auxiliares a la gestión activa de la carga neta.
El futuro del almacenamiento de energía parece prometedor, con proyecciones que indican un crecimiento más rápido que la energía eólica o solar en la próxima década. Se espera que las instalaciones anuales de almacenamiento de baterías en EE.UU. superen los 20 gigavatios para 2030. Aunque las baterías de iones de litio no son perfectas para todos los usos, actualmente son la mejor opción disponible y están posicionadas para dominar el mercado en el corto y mediano plazo.