El sector eólico se enorgullece por la constancia, la adaptación, la visión de cadena de valor y competitividad de su producto, que lo convierten en tecnología líder del mix energético español con un 23% de cobertura de la demanda, cerca de 32 GW instalados y 276 centros de fabricación. En este contexto de dinamismo y desafíos, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) celebra un año más su Congreso Anual Horizonte Eólico 2025, reuniendo a más de 300 profesionales para trazar la hoja de ruta del sector.
El evento, inaugurado por Rocío Sicre, presidenta de AEE, y Miguel Rodrigo, director general del IDAE, ha puesto de manifiesto el papel crucial de la eólica, destacando que «significa apostar estratégicamente por una línea industrial y tecnológica, que hacen marca España«, según Sicre. El sector cuenta con una sólida cadena de valor industrial, respaldada por más de 270 centros industriales, enfrentando retos como la evolución de los costes y el necesario equilibrio competitivo entre Europa, China y Estados Unidos. Rodrigo, por su parte, ha subrayado el compromiso con la economía circular, impulsando el programa Repotenciación Circular que ha transformado 1.205 aerogeneradores en solo 167 con mayor potencia y está fomentando la construcción de las seis primeras plantas de reciclaje de palas en España, preparando el terreno para el futuro programa RENOCICLA. Para cumplir los ambiciosos objetivos del PNIEC (5 GW/año), que el ritmo actual de 1.188 MW anuales no permite alcanzar, es vital reducir los plazos administrativos, unificar criterios entre administraciones y aplicar el «Interés Público Superior» europeo, además de afrontar el despegue de la eólica marina y mejorar la aceptación social.
La eólica, que ya cubre el 25,6% de la demanda y representa el 24% de la potencia instalada, es una pieza clave para la transición energética y la acción climática. Su contribución directa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible es innegable: el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante) se materializa en sus más de 32 GW instalados que proporcionan energía limpia y competitiva, sostenida por una fuerza laboral de más de 35.700 profesionales y 287 centros industriales que impulsan la innovación. Paralelamente, el ODS 13 (Acción por el clima) se beneficia directamente de esta tecnología renovable, que reduce la dependencia de combustibles fósiles y demuestra, incluso con penetraciones superiores al 60%, su capacidad para aportar seguridad y estabilidad al sistema eléctrico, contrarrestando narrativas que la señalan como fuente de inestabilidad en escenarios como el apagón del 28 de abril.
Los debates y análisis de Horizonte Eólico 2025, cubriendo desde la operación segura del sistema y la financiación hasta la repotenciación y la coexistencia con la biodiversidad, ponen de manifiesto la complejidad y el dinamismo de un sector llamado a liderar la descarbonización. ¿Estamos preparados, como país y como sociedad, para superar los desafíos regulatorios, económicos y sociales necesarios para que el viento siga impulsando nuestro futuro energético de forma sostenible?
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